La planta de cannabis de exterior debe afrontar la amenaza de muchos enemigos durante su ciclo de vida, generando una gran frustración a los cultivadores de marihuana. No obstante, existe una plaga cuya visita puede causar una auténtica sensación de aversión y sed de venganza, cuando el cultivador descubre un rastro de baba extendiéndose por las hojas y cogollos de sus plantas. Si cultivas en exterior, entonces identificarás este signo como la tarjeta de visita de los gasterópodos de jardín, cuyos nombres comunes son babosas y caracoles.
Son particularmente activos después de una lluvia refrescante (o riego), que hace el suelo más atractivo para los gasterópodos, y es la razón por la cual aparecen con fuerza en otoño. Estos bichos babosos, extremadamente desagradables, se tomarán su tiempo (¡al fin y al cabo no son famosos por su rapidez precisamente!). Su boca es muy pequeña, así que no causarán un gran daño durante una temporada; pero volverán y, ya que destruyen el follaje más rápido de lo que este crece, ¡son una amenaza que se debe combatir!
Control de babosas y caracoles en las plantas de cannabis
Tratándose de unos asesinos tan lentos, las babosas y los caracoles son sorprendentemente efectivos en sus ofensivas de atropello y fuga; y, con una esperanza de vida de 1 a 5 años, dañarán este cultivo y seguirán merodeando para dañar algunos más.
Llegan y se instalan al caer la noche, y se van por la mañana; reduciendo su tamaño y escondiéndose bajo la corteza de los árboles, troncos, rocas, macetas y jardineras para proteger su humedad de cualquier exposición al sol. Por desgracia, también poseen pocos depredadores naturales, ya que a los animales y los pájaros les repugna tanto su baba como al homo-sapiens (serpientes, ranas, sapos y erizos son excepciones a destacar).
Por lo tanto, para atrapar una babosa o un caracol de nuestras plantas de cannabis, debemos pensar como un gasterópodo, predecir sus movimientos y planear una emboscada… *En este punto, lo que hagas con ellos depende de tu propia moral. A algunas personas les gusta eliminarlos, otras los mueven a otro lugar. Si los desplazamos, debemos asegurarnos de llevarlos bien lejos (la investigación científica muestra que desplazar un caracol 20 metros de distancia evitará que vuelvan).
Obstaculiza su viaje
Con tal de llegar a las plantas de marihuana, las babosas y los caracoles deberán cubrir zonas de campo abierto, así que militariza estas zonas con algunos obstáculos desagradables. Los molusquicidas son una opción, pero nosotros preferimos promover soluciones orgánicas, que pueden ser igual de efectivas. Una buena recomendación es construir una barrera para entorpecer su camino con cenizas de madera, cáscaras de huevo rotas, sal o incluso cabello humano (pero recuerda renovar los obstáculos después de una lluvia fuerte). Si vives cerca de la costa, otro material estupendo son las algas marinas, las cuales podemos esparcir alrededor de la planta, secadas al sol hasta que estén crujientes (cortantes y saladas).
Construye una casa de mentira
De la misma manera que la policía lleva a cabo operaciones encubiertas cuando crea una empresa falsa para llevar a los delincuentes hasta ella, nosotros podemos hacer lo mismo con las babosas y los caracoles. Colocar estratégicamente una moqueta vieja o un cartón cerca de las plantas (empápalos bien de agua para que sean más atractivos), supone un paraíso seguro para babosas y caracoles durante el día… ¡o así lo creen ellos! Elimínalos de su lugar de origen cada dos días.
Coloca trampas para babosas
La trampa de la cerveza se ha usado tradicionalmente como arma contra babosas y caracoles durante años. Las ollas y latas viejas pueden rellenarse con cerveza y harina (una solución de leche y azúcar parece funcionar igual de bien). ¡Coloca la trampa y vendrán en masa! Las trampas deberán vaciarse de forma regular, a medida que se van llenando y se convierten rápidamente en una masa pegajosa. Otro método de prevención es introducir nematodos en el cultivo, que podemos añadir al agua de riego, y vivirán en el suelo por un periodo de hasta seis semanas. Las babosas se los comen y estos se reproducen en su interior hasta matarlas.
Vigilancia nocturna
¡De lejos, la mejor manera de tratar el problema es cazarlos en el acto! Al caer la noche es cuando las babosas y caracoles salen a darse un festín de marihuana; y salir a patrullar con una linterna (especialmente tras haber llovido) te inspirará asombro y satisfacción por igual, ya que podrás arrancarlos de la planta como la fruta más madura que puedas imaginar…
Para más consejos sobre plagas del cannabis, visita nuestro blog, donde encontrarás artículos acerca de control biológico de plagas para marihuana, así como Cannabis de exterior: elimina las plagas y fortalece tus plantas de manera natural.