La mayoría de la gente conoce la existencia entre cannabis índica y cannabis sativa. A quienes cultivan semillas de cannabis autoflorecientes, el término ruderalis también les será familiar, ya que aparece en los porcentajes genéticos de las descripciones (i.e. 60% Índica / 30% Sativa / 10% Ruderalis). Las autos transformaron la industria del cannabis: plantas que florecen sin ningún cambio en la luz, brindando al cultivador una cosecha rápida y segura.
La mayor parte de cultivadores sabe que son los genes ruderalis los responsables del tiempo de crecimiento acelerado propio las plantas de cannabis autoflorecientes. No obstante, precisamente porque a esta planta de cannabis pequeña y achaparrada se le atribuye un valor limitado en cuanto a su sabor y contenido en THC, a menudo se olvida que es un ingrediente principal en la receta autofloreciente. No obstante, esta increíble planta que crece en climas hostiles, desde Europa Central y Asia hasta el Círculo Ártico, se merece mayor reconocimiento.
¿Es Kazajistán el hogar de las Ruderalis?
Existe muchas pruebas que sugieren que Kazajistán, el país de interior más grande del mundo, es el hogar de origen del Cannabis Ruderalis. Esta planta fue bautizada por un botánico ruso, que descubrió estas plantas de cannabis de aspecto particular en las regiones del sur de Rusia, en la frontera con Kazajistán.
Dmitrij Janiszewski fue el primero en observar la dureza de la Ruderalis. En un primer momento, vio su increíble habilidad para sobrevivir en una región donde el verano es corto y caluroso, y el invierno es largo. También observó otras impresionantes cualidades de resistencia en la planta de cannabis Ruderalis, que raramente crece más de 80 cm en la naturaleza. Y observó cómo unos pequeños insectos rojos conocidos como la chinche roja (Pyrrhocorius apterus L.) devoraban sus aceitosas semillas y las transportaban allá donde crecerían nuevas plantas.
El legendario Strain Hunter, Franco Loja, cuenta como las plantas ruderalis de la región florecen en junio, cuando los días tienen 18 horas; antes de que sus semillas caigan al suelo y permanezcan latentes bajo la nieve de invierno hasta que esta se derrita, al llegar la primavera (mayo). Gracias a un eficiente sistema de reproducción, el cannabis ruderalis prolifera a lo largo y ancho de todo el país, creciendo a lado y lado de las carreteras, a menudo conocido como “marihuana de cuneta”.
Variedades autóctonas de Kazajistán
Además de ser posiblemente el hogar de las ruderalis, Kazajistán también posee algunas landraces o variedades puras destacables, que parecen desafiar las leyes de la climatología y la geografía. Se piensa que la cultura cannábica de Kazajistán se remonta a la era de las tribus nómadas conocidas como los escitas (siglo XII a. C.), que quemaban los cogollos y las semillas para oler su vapor en un ritual en honor a la muerte.
Tal intoxicación probablemente se debiera más a las variedades puras que crecen en la parte nordeste del país, en la cadena montañosa de Tian Shan (montañas Tian). El núcleo territorial del cannabis kazajo es el valle de Chui (Chuy), una fértil región del tamaño de Francia donde se pueden encontrar la mayor parte de variedades puras (si te gustan las películas de fumetas independientes, con Shu-Chu te puedes hacer una idea del lugar, la historia del cannabis y la cultura cannábica de Kazajistán).
En la actualidad, la tradición ruderalis prospera con las autoflorecientes. Paradise Seeds fue uno de los primeros bancos de semillas en desarrollar semillas autoflorecientes, y su gama de autos acoge plantas premiadas por su resistencia y un excelente potencial de cosecha como son Vertigo, Auto Wappa y Auto Kong 4.