El dato más importante en muchas variedades de cannabis recreativo es su porcentaje de THC. Por eso, los consumidores de cannabis a menudo obvian todo lo demás que una planta puede ofrecer y descartan cualquier porcentaje de THC menor del 20% (e incluso buscan variedades todavía más potentes). Es hora de preguntarse: “¿demasiado THC es malo?”.
Pero antes, un inciso con respecto a la cuestión del THC alto y la salud mental, cuestión que domina las políticas contra el cannabis en países cómo UK y Francia, donde se responsabiliza a las variedades “súper potentes” de causar psicosis y otros problemas de salud mental.
Si bien es muy probable que contribuyan, el consumo de marihuana con alto contenido en THC forma parte de un panorama más amplio, pero este es un debate totalmente distinto para tratar en otro artículo.
THC: referente tradicional para los consumidores de cannabis
En lugar de esto vamos a ver el THC como un medio recreativo: uno que ha ayudado a dar forma al mercado de consumo de cannabis durante los últimos años, y a establecer un indicador que la mayor parte de bancos de semillas (incluido Paradise) han acogido. Esto ha cambiado con la llegada de las variedades con CBD , las cuales ofrecen todo el sabor y la relajación del cannabis sin el subidón cerebral. Sin embargo, esta polarización del efecto (estar colocado, con THC, y no estar colocado, con CBD) deja de lado toda una gama de matices.
Un argumento muy usado para la legalización ha sido que la ilegalidad incrementa de algún modo el consumo. Sin otra elección real para los consumidores, la única opción es la que hay disponible, y como el mercado negro lo que busca es maximizar los beneficios, los cultivadores comerciales se centran en variedades potentes de floración rápida, que se vendan y consuman rápido. La situación se compara a menudo con el suministro de alcohol: una cerveza de baja graduación no es lo mismo que una bebida con un porcentaje de alcohol alto, y también se consumen de manera distinta.
Cualquiera que goce del lujo de cultivar sus plantas de cannabis para su consumo, seguramente tendrá una visión más a largo plazo. El secado, el curado y el almacenado pasan a ser factores integrales en el proceso. Algo que saben bien estos “pensadores a largo plazo” es cómo el sabor y el efecto mejoran con la maduración en el tiempo.
Nada que ver con la potencia de un cogollo “fresco” con un alto porcentaje de THC que brinda un efecto martillazo (con un lado paranoico que no brindan los cogollos bien curados), que golpea con fuerza y muchas veces desaparece con rapidez. Con demasiada frecuencia encontramos mucha potencia sin equilibrio, una montaña rusa más que un viaje placentero.
El Dr. Jonathan Newman, un antropólogo que ha estudiado la industria del cannabis durante casi 10 años, recuerda una conversación que tuvo a los inicios de su investigación: “Quería averiguar por qué el THC era tan clave en el cannabis como producto, y me sorprendió mucho la respuesta que obtuve.
Un cultivador de cannabis muy conocido me dijo que al principio la atención se centraba en el THC porque era el único compuesto que interesaba a todo el mundo ¡ya que es el compuesto que te pone high!” Mientras que el CBD fue descubierto en los años 40, fue el estudio del Dr Raphael Mechoulam de los posteriores años 60 el que puso el foco en las cualidades psicoactivas del THC.
En nuestros días, el saber en la industria es muy distinto. El conocimiento de los cannabinoides, flavonoides, terpenoides y cómo interactúan entre ellos, en el “efecto entourage”, está bien aceptado en la industria y entre los consumidores de cannabis experimentados. Si bien cabe preguntarse cuánto de este nuevo conocimiento llega a las calles, que es donde el THC sigue siendo muchas veces un indicador de “buena (o sea potente) yerba”.
El cannabis más allá del THC
A medida que el mercado de cannabis recreativo florece, como está ocurriendo en territorios donde se hecho efectiva la legalización, cada vez se presta más atención al factor experiencial de las distintas variedades de cannabis.
Emergen preguntas acerca de qué buscan en la marihuana distintos tipos de consumidores: desde los ensayos de Tilray con personas de edad avanzada , hasta atletas que usan el cannabis con fines terapéuticos, y usuarios recreativos defendiendo la noción de effect pairing (maridaje de marihuana con comida y bebidas, como vino y cerveza). Son consumidores de cannabis muy distintos, que buscan experiencias cannábicas más allá de un contenido en THC para tumbar a un rinoceronte y, ya que en el mercado hay un aumento de interés por ofrecer un efecto agradable y ajustado a cada consumidor, el THC puede que deje de ser el único dato tenido en cuenta…