Para la mayor parte de cultivadores que adquieren semillas de cannabis, el objetivo es obtener “grandes” resultados: grandes plantas, grandes cogollos ¡y una gran cosecha! No obstante, existe un nicho para aquellos cultivadores que han decidido salirse de lo establecido, y están llevando su marihuana al mínimo nivel… bienvenidos/as al mundo de los bonsáis de cannabis.
¿En serio? Oímos por ahí. ¿Qué hay de interesante en cultivar una planta de marihuana, que producirá cogollos para tener a Stuart Little contento durante un fin de semana? Bien, para los entusiastas de los bonsáis, lo que importa es la estética, el desafío, o simplemente ser capaz de cultivar un espécimen de cannabis en un entorno donde es imposible cultivar una planta de marihuana normal.
Si bien los cultivadores de bonsáis de cannabis no es que estén haciendo colas detrás del mostrador de Paradise Seeds, sin duda hemos visto un interés creciente frente a este fenómeno en el cultivo de cannabis. En las ferias del último año, mantuvimos muchas conversaciones con cultivadores de bonsáis, y naturalmente teníamos curiosidad por conocer más sobre las razones para cultivar de este modo.
La naturaleza Zen, que yace detrás del cultivo de bonsáis, es un factor significativo. Después de todo, esta práctica de cultivo original del lejano oriente, que empezó hace cientos de años, requiere cuidado, atención a los detalles y una enorme paciencia. En la cultura tradicional de los bonsáis, los árboles pueden ser una amorosa tarea a desempeñar por muchos años, así que el crecimiento acelerado de las plantas de cannabis supone un proyecto a corto plazo, para experimentar y perfeccionar las habilidades con los bonsáis.
Además de esto, la planta de cannabis destaca por su linda estética, la simetría y la forma simbólica de las hojas, y el exotismo de las flores. Una gran parte del atractivo de cultivar bonsáis de cannabis lo encontramos en el factor “¡Oh!”, que ocurre cuando se presume de un árbol de cannabis en miniatura con los amigos o en Insta.
¿Cómo cultivar bonsáis de cannabis?
Pues, ¿Cuán fácil es cultivar una de esas mini plantas de cannabis? La práctica, en realidad, no es tan distinta del LST (Low Stress Training) y otras técnicas de entrenamiento que se emplean en las plantas de cannabis de siempre. Si bien hay que tener cuidado para no estresar a la planta, nunca menosprecies la versatilidad y robustez de una planta de cannabis en fase vegetativa. Podemos doblarla y deformarla de todas las maneras, y siempre volverá a su forma original, a veces incluso más fuerte.
Muchos cultivadores son reacios a abandonar el patrón de crecimiento vertical convencional, al estilo árbol de navidad, y pasarse al entrenamiento o al Scrogging, porque parece antinatural y destructivo en las primeras etapas de vida de la planta. No obstante, quienes se lanzan, siempre se llevan sorpresas agradables, y muy pocos vuelven a los antiguos métodos. Si quieres ver el miedo que dan estas técnicas de entrenamiento, echa un vistazo al episodio sobre mainlining de Top Shelf Grower Skunk Works Project (¡y después pasa al siguiente episodio para ver lo buenos que son los resultados!).
Para aplicar el arte del bonsái a las plantas de cannabis, el proceso comienza con una semilla plantada en una maceta pequeña, y el entrenamiento se inicia cuando la planta no ha superado los 10 cm. Para dar forma a la planta, se tiene que doblar y retorcer, utilizando cuerda o alambre plastificado para jardín, y soportes (banderillas de madera para brochetas, por ejemplo), que aguanten la tensión del tallo. Algunos cultivadores de bonsáis de cannabis, hacen agujeros en los bordes de la maceta para pasar el alambre por los agujeros y atar después las ramas de la planta.
A medida que la planta crece, el proceso de poda estratégica empieza: eliminar las hojas más grandes y viejas, y cortar el ramaje por los nodos, para permitir que la luz llegue a las hojas más pequeñas, y acentuar la forma de la planta. Consulta en internet vídeo-tutoriales con tips básicos, con ejemplos de magníficos bonsáis de cannabis (mira el trabajo de @budzaiofficial y @bonshighen Instagram, y @vilbyG en Twitter).
Dos variedades que recomendamos para este experimento de bonsáis de cannabis son Wappa (un excelente y versátil híbrido, con un patrón de crecimiento pequeño y robusto) y Ice Cream, una Índica de corta estatura, cuyas flores adquieren preciosos colores. Si esto te suena factible, entonces buena suerte y nos encantaría recibir fotos de tu obra maestra Zen. ¡Queremos verlas!