Auto Kong 4

Auto Kong 4 es la reina del verano en el norte de Europa

Auto Kong 4 salió al mercado en verano de 2019, y resultó ser la tan esperada incorporación autofloreciente a la popular colección Tommy Chong’s Collection de Paradise Seeds. En consecuencia, esta “bestia” se enfrentaba a grandes expectativas, una variedad que llega con el sello de aprobación de la mano de la leyenda cannábica Tommy Chong.

Para crear Auto Kong 4, Paradise Seeds realizó un retrocruce de un esqueje original de GG4 (antes conocida como Gorilla Glue), de USA, con la clásica auto Pandora. Si bien es algo inusual en Paradise, las semillas de esta variedad pueden dar lugar a dos fenotipos, con elementos distintivos Sativa e Índica.

Por lo tanto, la pregunta era, ¿cómo se iba a desarrollar Auto Kong 4 en un invernadero durante un típico verano del norte de Europa (latitud 51º - 52° ), en una región con una humedad relativa particularmente alta?

Germinación y estadio vegetativo

A principios de abril, colocamos un par de semillas en un vaso con agua no clorada, que germinaron a los dos días. Como la primavera del norte de Europa todavía tenía resquicios de invierno, las plántulas pasaron tres semanas bajo luces LED (18/4), con tal de ofrecerles algo de ventaja en sus comienzos.

Ambas exhibieron un rápido crecimiento y, seguidamente, con alturas de 18 cm y 22 cm, las plantamos directamente en una mezcla de sustrato preparada. Las dos plantas mostraron un crecimiento acelerado desde el comienzo, con hojas sanas, de color verde oscuro y unos bordes dentados muy característicos.

Durante la fase vegetativa, se hizo evidente que este par de semillas eran, de hecho, dos fenotipos distintos. Bajo el sol de mayo, el fenotipo Sativa dominante empezaba a despegar como un cohete.

Etapa de floración

Alrededor del día 33, ambas plantas comenzaron a florecer (con alturas de 63 cm y 43 cm). Siguieron mostrando un crecimiento impresionante, con una forma distintiva de paraguas invertido. El tallo principal se erguía vigoroso en medio de círculos concéntricos, formados por ramas laterales que apuntaban hacia arriba.

El tallo principal del fenotipo Sativa se convirtió en un pilar central alto y esbelto, rodeado de 6 ramas laterales generosamente equipadas que nacían de la base. Durante las siguientes semanas, el desarrollo de flores en esta alta “torre” fue veloz, con su tercer piso llenándose de densas colas. Los cogollos se concentraban alrededor del tallo central, formando una espiral ascendente tan compacta, que parecían un solo cogollo. Mientras que las ramas laterales explotaban en numerosos cogollos, más pequeños, pero bien pesados.

La planta con fenotipo Índica no se quedó corta a la hora de estirarse, mostrando también esa forma parecida a un paraguas invertido. Su tallo principal produjo una enorme cabeza bulbosa dentro de una puntiaguda corona de hojas de azúcar; con una excelente formación de cogollos parecidos a peces globo, inflados y puntiagudos, cubriendo la parte inferior del tallo principal.

A medida que nos acercábamos a los dos meses, ambas plantas iban cubriéndose de tricomas. Una producción desmesurada, que vino acompañada de un delicioso dulce aroma a limón, con matices a perfume e, incluso, un toque a hachís en el fenotipo Sativa; mientras que el fenotipo Índica, por su parte, era menos dulce pero mucho más intenso en su lado cítrico.

Los últimos 10 días, las plantas acabaron de llenarse de flores, y su limitado follaje dejaba los cogollos expuestos a la máxima cantidad de luz. A medida que el manto de tricomas ganaba en grosor, más intenso era también el color naranja de los pistilos, asomando de esos pesados y gordos cogollos, que ahora parecían enormes dedos de gorila.

Cosechamos las plantas a los 73 días de floración, con 94 cm (el fenotipo Sativa) y 63 cm de altura (el fenotipo Índica).

Rendimiento de la cosecha

La producción de ambas plantas juntas fue de 168 g

Informe de olor y sabor

Después de 8 días de secado, curamos los cogollos en botes de cristal y, tres semanas más tarde (¡menos algunos test!), procedimos a su examen de sabor y aroma. Una vez secados y curados ganaron en firmeza, emanando también el suntuoso y dulce aroma a limón. A primera vista, estos cogollos tenían todo lo que una planta feminizada puede producir. Duros al tacto, los dedos quedaban pegajosos, ¡quedando impregnados de ese infame pegamento simiesco!

Armamos un clásico porro al estilo americano (sin tabaco), y el primer tiro inundó la boca de una dulce sensación cítrica. En la segunda y tercera calada, emergió un grato sabor a gasolina, deliciosamente agrio, que recordaba a las mejores variedades Diesel. El sabor intenso y distintivo que desprendía esta Auto Kong 4 orgánica, cultivada bajo la luz del sol, era un verdadero placer con una miríada de terpenos danzando en el paladar.

Con tal solo tres caladas, una sensación súbita de relajación se apoderó de la cabeza, concentrándose en la frente. Intensa pero agradable, la primera ofensiva de Auto Kong fue como el placentero efecto tranquilizador e inmediato, que genera el ponerse un gorro calentito en la cabeza un frio día de invierno. ¡Confort y satisfacción al instante! Sí, puede noquearte y dejarte tirado en el sofá si lo prefieres, pero también es muy fácil evitarlo si te resistes.

Mientras la primera ola mental comenzaba a asentarse, un chorro de energía tomó el relevo, llevándonos a la siguiente conclusión: debajo de su posado de gorila grande y fuerte, se escondía un dulce gigante que, gracias a su estado mental relajado y meditativo, se puede gestionar sin problemas durante el día. ¡Una bestia de variedad para subyugar el verano del norte de Europa!

Datos de cultivo: